La historia de la región de Champagne no se entendería sin Gosset. Ambas, región y bodega, comienzan su andadura en 1580, dos siglos antes del descubrimiento de la efervescencia, con la elaboración de vinos tintos tranquilos de Pinot Noir y Chardonnay denominados "vins d'Aÿ". Eran los vinos más demandados en la corte francesa de Enrique III y Louis XIII, junto con los vinos de borgoña. Pierre Gosset inició esta actividad en la zona, por lo que son ya más de 400 años tratando la pinot noir y la Charonnay. La filosofía de la bodega hoy en día se centra en mantener la calidad por encima de todo (ventas, producción, etc..). Cuando la uva es excelente para elaborar un millón de botellas, se hace, pero si la calidad de la uva no es la apropiada, la bodega baja la producción de botellas a favor de la calidad. La uva que trabaja Gosset es un 95% Grand cru, pocas bodegas ofrecen este dato y es la única forma de tener una calidad constante.
La pasión por lo original y lo natural, característico de la casa Gosset, es la nota de distinción del champagne Gosset Grand Rosé. Está dotado de una gran belleza visual, vestido de un color salmón con reflejos naranja de agradable atractivo, junto a la alianza de Chardonnay 56%, el Pinot Noir y Grand Crus 35%, resaltada por la presencia de vinos tintos de reserva, de al menos dos años, le aseguran la frutalidad con un alto y delicado aroma vínico de frutos rojos. Gosset Grand Rosé es pura, ligera, elegante, intensa al paladar con notas afrutadas y toques de mineralidad, que le otorgan la flexibilidad y el equilibrio con un final persistente y encantador, verdaderamente estimulante en su toque de salinidad. Este champagne es precioso, de gran finura y delicadeza, excelente como aperitivo, en tartas y crustáceos, en postres de queso azul o fruta roja. ¡Gosset Grand Rosé es la muestra es naturalmente precioso y para compartir en los momentos más especiales!